Renacido - ¡identidad asegurada! 

Desde hace casi una hora, no solo me he instalado definitivamente aquí en Guatemala, sino que vuelvo a tener una identidad. Ya había dudado de mi identidad tras salir de Suiza hace casi dos años, y más aún cuando, un año y medio después, con motivo de otra visita al país de mi nacimiento, perdí mi tarjeta de identificación (y otros documentos importantes) durante una excursión, pero Suiza no quiso devolvérmelos. Como suizo en el extranjero, tendría que solicitar estos documentos en la embajada de Suiza en Guatemala.

Pero para qué iba a conseguir aquí esa "identificación" suiza, cuando aquí necesitaba otra, la guatemalteca, precisamente ese DPI, que ahora está en mi cartera en el bolsillo trasero y que probablemente ya esté sufriendo un poco allí.

Cuando salí del Registro Nacional de las Personas con mi nueva identidad recién impresa después de las negociaciones más cortas aquí, quizás incluso de toda mi vida, me sentí como un recién nacido, y seguro.

Mural de camino a casa: ¿es un bautismo, a la derecha de la imagen?

Pensé en Jesús, y en la advertencia de que si nos encontráramos con él hoy, probablemente ni siquiera lo reconoceríamos. Esta advertencia siempre había tenido sentido para mí y también me había avergonzado, porque yo tampoco tenía idea de cómo podía reconocer a Jesús renacido; ni mis ojos, ni mi oído, ni mis sentidos, y mucho menos mi "cerebro" parecían estar hechos para ello. Así que ahora me siento más feliz de volver a tener una identidad y de que, por tanto, haya esperanza. He vuelto a nacer, y presumiblemente, gracias a la identidad, puedo volver a ser reconocido. Es tan sencillo como eso.

¿Cómo se supone que vamos a reconocernos y encontrar nuestro lugar en el universo? No solo tenemos piernas, pero también bicicletas, sillas de ruedas, o incluso viajamos en coche, bus o avión (algunos además en cohete, ni hablar del internet), y la necesidad de identificarnos parece mucho más importante. Así que me parece bien y útil que los humanos tengamos también no solo un nombre no muy distinto (Jorge, Jürg), sino también un número unívoco, presumiblemente igual que las estrellas, al menos las que han sido reconocidas y registradas.

Porque como objeto con características claras, y además inmutables, es más fácil ser identificado, medir los avances y retrocesos, valorar nuestra contribución a la vida o asignar errores a alguien, y por eso restablecer el orden. Una fecha de nacimiento, los datos de los padres, y lo mejor, un número claro, a ser posible universal, son características inamovibles. Nadie puede quitártelos, ni la edad, ni la muerte. La ventaja de una fecha de nacimiento es también que está claro que vamos a morir, así que sabemos de los límites de la vida; de lo contrario, no lo sabríamos, y por lo tanto, no tendríamos que preocuparnos. Pero, ¡faltaría algo!

Gracias a la identidad clara, también sabemos cuando alguien ha muerto, se ha ido, aunque yo todavía no sepa dónde han ido mi hermana, mi padre y mi madre, o Walo, o Yann. Tal vez, a pesar de su clara identidad, están en manos de Dios....

¡Cuánto más fácil sería si ÉL también tuviera un número! ¿Qué tal un UNO (1)? ¿O mejor aún un CERO (0)? Entonces ya no tendríamos que discutir sobre "quién" o "qué" Él es, o incluso "si" existe. ¿Podríamos ponernos de acuerdo en un número simple y único?

De cualquier manera, es como si yo hubiera renacido con este número, de mi DPI, a pesar de todas las preguntas que quedan. Pero este número en mi trasero lo hace más fácil.

PD1: Hice una foto de mi DPI para poder llevarla siempre conmigo, guardada en mi teléfono, y así dejar la tarjeta en casa. Porque soy un especialista en destruir cualquier tarjeta porque intentan encajar en mi trasero cuando se atascan en la cartera, y simplemente no sobreviven a ello tarde o temprano. Todavía se puede mejorar, afortunadamente. Pero hoy al menos sabemos quién ha mejorado qué.

PD2: Ahora sigo necesitando mi NIT, mi propio número de identificación fiscal. En cuanto tenga este NIT, ya no tendré que decir "consumidor final" cuando vaya a comprar, porque eso es un poco triste, como si fuera un ser anónimo al final de la cadena alimentaria. Entonces podré por fin tener mi contribución a la vida acreditada en mi cuenta personal. Aunque solo compre cigarrillos, podré decir con una conciencia tranquila que estoy echando humo sagrado al cielo.

Canción: "Tengo Identidad" (Fernando Martinez ft. Jairon High)