No soy yo
18 de abril de 2020, Jürg Messmer
No, no me había dicho "no soy yo", sino que estaba "más yo" con ella en Lima, que podía ser más él mismo con ella. Eso me había afectado.
Desde hace más de cinco años ha venido a visitarme regularmente, porque desde entonces siempre ha estado viajando de un lado a otro entre Perú y Suiza, digamos en busca de la felicidad, o el equilibrio, o una vida variada, o tal vez sólo en busca de "él mismo" - y el lugar donde puede ser "yo", ser él mismo. La pregunta de ser uno mismo es tal vez un poquito anticuada, pero aún vale la pena preguntarnos ¿Quienes somos?
Se había sentido como en casa en Latinoamérica, pude verlo desde el momento en que llegó de Perú la primera vez, se veía saludable y fuerte, y parecía diferente al que yo había conocido antes. Vino porque quería encontrar a un médico en Suiza que le arreglara la próstata. Después de algunas operaciones en Lima, ya no confiaba en los médicos peruanos y esperaba que su problema se resolviera en Suiza. Sólo había pedido estar conmigo unos días, como me había escrito entonces, y pensé: ¿por qué no?, tengo espacio y también estoy buscando un sentido, poder llenar mi ahora demasiado grande apartamento con sentido. Eso se ha convertido en más de cinco años. Su próstata se ha calmado un poco mientras tanto o se ha vuelto un pocquito más modesta, de modo que ya no tiene que pensar en ello todo el tiempo.
Así que ha estado conmigo durante tantos años - en forma presencial más de un año - y ahora ya hemos sido unidos por el coronavirus, incluso convirtiéndonos en algo así como compañeros de vida. Al menos por un tiempo. Se siente bien, estoy agradecido de que esté aquí en estos tiempos.
Pero me ha molestado la idea que pudiera ser más él mismo con ella que conmigo. Fue sólo una molestia corta, un dolor fino, más una violación de la vanidad, y le pregunté, ¿por qué crees que puedes ser menos tu mismo aquí conmigo? ¿Por qué no estás tu mismo?
Bueno, lo entiendo un poco, tenemos una relación desequilibrada a veces, un especie de pendiente (desnivel...). Él está de visita, tiene menos dinero, es menos educado - en términos de educación escolar, diplomas y certificados – y dos años más joven, incluso había sido algo así como mi paciente hace décadas. Eso significa que yo era un paciente mí mismo (en un hogar terapéutico), eramos un grupo de personas en terapia psicológica continua, que junto habíamos hospedado a pacientes en crísis grave, como él lo había sido.
Siempre había sido un chico tierno y no parecía capaz de sobrevivir en este duro mundo. Sigue siendo así. Aunque en realidad encuentra su camino muy bien. Siempre encuentra un lugar, vive una vida variada. En general está muy apreciado - tal vez un poco especial - y siempre encuentra refugio. En resumen: un artista de la vida. Y eso me gusta. Me viene a la mente un hermano, un hermano de armas (o sin armas).
Sin embargo, esa extraña pendiente persiste, probablemente porque él siempre es un poco más despistado que yo, aunque solo un chiquito. Insisto. Así que el consejo fluye de mí en su dirección, en vez de al revés. Por lo menos parece. Eso puede ser molesto. Él, pero también yo. Pero es como una ley de la naturaleza. Siempre le prendo fuego un poco, y él se defiende, pero siempre con más habilidad. Así que ahora es más él mismo que antes, ¿verdad?
Tales ideas me vuelven loco, me desesperan, porque ¿cómo no puedes ser tú mismo, cómo no se puede ser uno mismo? ¡Esa es casi la pregunta crucial, en alemán la llamamos "die Gretchenfrage"! Perdóname si parece que tiro a Gretchen por el pelo, pero no es así. Se me metió en la cabeza y saltó a mi rescate.
La estupidez de su afirmación de que es menos él mismo de lo que podría ser allí, naturalmente también me enfrenta a la pregunta de si yo soy realmente yo mismo. Y sí, eso me inquieta. Otro momento en que pienso, ¿tengo que ser aún más yo mismo, ser mejor para siempre? ¿Todavía no es suficiente? ¡Quiero un abrazo, necesito consuelo!
Ay, Dios, todas esas ideas que están volando en este mundo y causan confusión.
Tenemos mil ideas, y no sólo malas. Existen las teorías de conspiración, alrededor del Nine-Eleven, por ejemplo, y ahora también en la forma del miedo de una amiga en Guatemala que ahora, gracias a Covid-19, un grupo de personas quiere tomar el poder, apretar el tornillo y obtener el control total sobre nosotros. Ay, Ay, Ay, eso también me afecta. Es sorprendente que el mundo entero se haya derrumbado, como si el Zorro del Desierto estuviera en camino a Bagdad. Pero no. No lo creo. No, está todo perfectamente organizado para que un grupo de fanáticos del control lo maneje. Claro, no son estúpidos los fanáticos, son inteligentes y bien organizados, pero no son tan poderosos. Lo siento, chicos, ¡se necesita un poco más de cerebro para eso, más conectado! ¡Y falta el poder! Y sí, eso es Dios. Y Dios en primer lugar, es él mismo, incluso el virus. Qué gracioso.
¿Castigo de Dios? Absurdo. Tal vez un poco, dependiendo de cómo se mire. Nos tiene en su watch list desde hace mucho tiempo, lo sabemos nosotros mismos: vivimos más allá de nuestros medios y destruimos el mundo y a nosotros mismos. No somos lo que podríamos o deberíamos ser. ¿No somos nosotros mismos? Por supuesto que somos nosotros mismos. ¡El hombre es malo, codicioso, envidioso y celoso! Y algunos creen que el hombre siempre será así. Somos lo que somos. Soy Jorge. Punto.
¡En qué lío nos hemos metido! ¿Y Dios sólo está mirando? ¿No sabe nada más tampoco? Es parte del experimento. ¡Sí! No es un observador objetivo y no involucrado, ni siquiera es Dios. Tal vez los científicos, ya han recorrido un largo camino en la observación objetiva y el conocimiento de las cosas importantes de la vida. Inmediatamente reconocieron al virus de Corana como un enemigo y saben que tenemos que combatirlo, y que esto sólo puede funcionar con manos limpias y una distancia social total, orquestada globalmente. Discúlpenme, no son los científicos, sino algunos, tal vez muchos, reconocidos naturalmente. Y sus hallazgos, u opiniones, simplemente han encontrado oídos abiertos. Eso es lógico, porque es su opinión la que hace posible que actuemos y no perdamos el control. Más tarde podremos resolver los efectos secundarios. El tiempo lo dirá. Pero ahora el control. Eso tiene sus puntos buenos, pero es molesto, especialmente si - como yo - te gusta, incluso necesitas, los abrazos y los toques de la gente. Sí, también con las partes de mi cuerpo, no sólo con mi mente.
Como siempre, he llegado a Dios una vez más. Por desesperación, claro, y porque no se me ocurre ningún nombre mejor. Y quiero ser capaz de llamar a las cosas por su nombre. Es una adicción humana. Es malo, pero también es algo hermoso. Sólo peculiar. Estúpido en cierto modo, pero también abre todo un abanico de posibilidades delicadas.
Ayer, en la Palabra para el domingo en la tele, el pastor dijo, que Dios mismo nos había prescrito la distancia social y que debiéramos seguir los reglamentos. La voz de Dios pudiera venir de muchas fuentes, incluso de la voz de la razón terrenal, el orden correcto en el momento adecuado. Dios había tenido una tarea más compleja de ordenar que la de salvar sólo al creyente que había rezado para que no se quemara en la casa. Así que se quemó de todos modos, y se quejó después de que Dios no le había escuchado - él de todas las personas, el más fiel creyente.
Tiene razón con su queja. ¿Quién quiere ser siempre bueno, hacer un esfuerzo, y luego seguir siendo castigado o no ser escuchado? Yo también quiero que me escuche. ¿Qué le pasa a mi voz? Bueno, la iglesia y las autoridades siempre han trabajado bien juntas. La iglesia debe quedarse en el pueblo.
Yo fumo, y le había dicho varias veces a Dios: si quieres que viva, entonces déjame vivir. Y si no, que se joda. Así que pongo a prueba a Dios. Pero incluso yo sé que Dios tiene un trabajo más importante que vigilar a un fumador tan rebelde. Pero también: ¿Cómo se supone que va a hacer bien su trabajo para todos, si ni siquiera puede hacerlo para una persona? Ni siquiera conmigo. Esto no puede ir bien. Porque decir siempre que tienes cosas más importantes que hacer que cuidar a alguien como yo no es posible. Es demasiado barato. Cualquier puede salvar el mundo. Todos lo hacemos. Y no entiendo ¿por qué salvar a las personas anónimas vulnerables al prescribir la distancia es mejor que abrazar y dar consuelo a uno que lo necesite?
Así que Hans dijo ayer que nos hundiremos de todos modos, es sólo cuestión de tiempo. Fuerte, claro y transparente. Como nunca antes. Qué confianza en sí mismo. ¡Como si fuera la palabra de Dios! ¿Por qué no te suicidas entonces? Le pregunté. No importa, ¡mejor espera el final! Entonces no tienes que ensuciarte los dedos, pensé, algo así. No ayer, sólo lo he pensado ahora misma. Pero sigue siendo como si todo el diálogo hubiera tenido lugar ayer.
Su mensaje me asusté, y me pregunté si tenía razón!? ¡Pero no, eso no puede ser! ¿quién tiene razón? No puede ser que el proyecto humano sea una mierda, que yo sea mierda al mismo tiempo. No puede ser. Por supuesto que es tan bueno como lo hacemos juntos. Es complicado, pero interesante.
Una amiga estaba disgustada por el hecho de que algunas personas consideran, que esta crisis de Corona es un regalo, una señal de cambio, un llamado a hacer las cosas de manera diferente. Ella no cree en esas cosas, ni en el cambio de los hombres. Tiene razón. No mejoraremos. No se puede cambiar a nosotros usando las mismas herramientas. No podemos salvar nosotros como parte de la naturaleza al luchar la misma siempre más consecuenemente por tecnologías de batalla siempre más sofisticada como la guerra contra el malo de hoy en día. La guerra de convicciones basados en una idea del bienestar de unos, y las pesadillas de los demás.
Por qué estamos luchando la drogadicción illegal con fuerzas armadas, y al mismo tiempo estamos protegiendo los drogadictos legales y victimas ellos mismos de nuestro systema de salud? Pero ni siquiera arriesgo mi vida, por miedo de matar a alguién, por miedo de la culpa. Pero sigo preferiendo morir del virus que se llama Corona, que seguir viviendo en un sistema tan inhumano y sofisticado.
¿Quiénes somos, quién soy yo, para dónde vamos, a dónde voy?
Así que ahora estamos clavados y enjaulados. Y parece que ya no puedo seguir con mi viaje planeado. Pero, ¿por qué no? No lo sé. Pero aún no es de noche de todos los días. Yo soy yo. Y desde aquí, sí, desde aquí sigo caminando. Y agarrarlo, mi vida por las pelotas.
Una vez más llego a la esperanza, a la promesa que aún puede ser cumplida. La Pascua está a la vuelta de la esquina.
Un poeta escribió una vez que las promesas son crímenes. Rompiendo la palabra. No cumplir la promesa. Pero creo que las promesas siempre se cumplen, es sólo cuestión de tiempo. Y tenemos todo el tiempo del mundo, porque todo lo que nace tiene un propósito - como la garrapata - y debe desaparecer de nuevo y cumplirse. No tiene ningún propósito en sí mismo, para toda la eternidad, pero sólo tiene sentido en este momento. Pero este momento puede durar infinitamente. Sí, la promesa se mantiene. Es una necesidad matemática, por así decirlo. No una cuestión moral. No. Matemáticas puras.
¡Por fin lo entiendo: las matemáticas son la única ciencia pura! Todo lo demás está al margen. Pero me encantan los acompañamientos, a veces más que la esencia. Porque, ¿cuál sería el plato principal si no hubiera guarnición? Sería aburrido. ¿Sólo la verdad desnuda? Oh, Dios, no, eso no. O al menos sólo en dosis homeopáticas. O mejor aún, ¡con crema, por favor! (Soy un goloso, el drogadicto de Dios). Como el virus de la Corona, no es nada, pero obviamente está teniendo un gran gusto. ¿Pero cuál? Está en nuestras manos. No quiero decir que este virus sea sólo mental. Es real. Como mentalmente real, o realmente mental. Da lo mismo.
Gracias a Dios. Yo soy yo. Pero mientras tanto entendí, por supuesto, por qué Hans a veces no puede ser él mismo, o en otro lugar más o mejor. Es emocionante lo que experimentas al buscar, ¡incluso si te tropiezas en la búsqueda!
P.D.1: En menos palabras, de Erich Fried, "Lo que Es", “Was es Ist”. ¡Toma un descanso! Un cigarrillo, la pipa de la paz.
P.D.2: Canción a la letra: "I'm your man" (Leonard Cohen)
Protección de personalidad: Me preguntaron cómo podía publicar algo tan sensible y personal. ¡Puedo, porque se lo pedí a Hans! ¡Había sonreído por este texto, y e había reído de esta pregunta y dijo que ¡no tenía nada que perder! Lo entiendo muy bien. Así que publiqué este texto con su permiso. ¡Gracias Hans! Gracias también por la pregunta.
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